Happy birthday my love! El primero juntos de muchos!




Happy birthday my love! El primero juntos de muchos!
Una vez leí en algún lado que no podemos controlar lo que nos sucede, pero si podemos controlar cómo nos sentimos y la forma en que enfrentamos ciertas situaciones.
Por esto, a escasos días de mi cumpleaños #24 deseo reflexionar un poco sobre como ha resultado ser mi vida durante este último año…
Todavía no puedo explicar cómo es que he sobrevivido a las batallas con tanto optimismo pero algo que si les puedo asegurar es que cada piedra en mi camino y cada nueva cana en mi cabeza -o arruga asomada en mi cara-ha válido totalmente la pena… jajaja!
En este último año he trabajado duro aprendiendo a controlar mis reacciones, a ver la vida desde otra perspectiva y ha sido difícil pero creo que lo he estado haciendo bastante bien y aunque sé que todavía me queda mucho por aprender, seguiré trabajando por ello.
Una vez cenando con Luis, un gran amigo, este me dice -más a modo de queja que diciendo o preguntando jajaja-: Te levantas temprano, trabajas duro y hasta tarde y a veces te olvidas hasta de tomar un descanso y aún así, siempre buscas algo que cambiar en ti misma, ¿Por qué? ¿Por qué te exiges tanto a tan poca edad?…
En aquel momento, no supe que responder y hoy quisiera aprovechar este espacio para hacerlo: Mi querido amigo, me exijo porque no soy capaz de quedarme de brazos cruzados y ver como todo a mi alrededor cambia, por el simple hecho de que así estoy cómoda. Si encuentro una falla en mí que pueda mejorar, estoy más que dispuesta a hacerlo. No por ambición, no por intentar ser alguien que no soy, sino por que quiero ser mejor persona cada día… No para ti, sino para mi misma. Por eso trabajo duro, por eso me auto-exijo y también por que sé que el cambio que quiero ver en mí no será de la noche a la mañana.
«Dicen que si quieres cambiar el mundo, debes empezar por ti mismo».
Durante este año, he logrado muchas cosas pero también he metido la pata hasta el fondo en muchas otras y a pesar de mis triunfos y de mis desaciertos, considero que no lo he hecho tan mal.
Hoy, a los casi 24 años he aprendido:
«Es mejor esperar el tiempo necesario para hablar y ser escuchado, que hablar por hablar y destruir algo que se pudo salvar».
A casi nada de mi cumpleaños #24, no les diré que intentaré no meter la pata otra vez, pero si voy a asegurarles que seguiré aprendiendo de cada uno de los aciertos y desaciertos de mi vida y que viviré sin arrepentimientos.
Aunque confieso que me asusta un poco pensar lo que se viene, alguien muy querido me dijo alguna vez que no debería estar asustada por los cambios que se avecinan, que sería una pena no aprovechar lo que la vida me ofrece y que debería disfrutarlo… Al menos hasta que mis chakras se desalineen otra vez. Cierro con esto.
¡Besos y abrazos miles! Que este nuevo año sea de mucho más aprendizaje, crecimiento personal y profesional para ustedes y para mí también.